Verdaderos profesionales de la transformación digital de las empresas
Hablar de transformación implica hacer un cambio. Modificar o alterar algo manteniendo un punto...
Maximizar la facilidad con que se introducen nuevos productos en el mercado es un factor clave en mercados hipercompetitivos. Y es incuestionable que un nuevo producto es todo un reto.
¿Cómo hacer llegar ante el consumidor el mejor producto y con el mejor precio?
Pues lo primero es que la empresa debe estar dotada de herramientas digitales óptimas para convertir ideas en productos rentables. Esta es una de las asignaturas pendientes de grandes y pequeñas empresas. Por un lado algunas empresas “copian” lo que ya hacen sus competidores. Otras padecen por un embudo insalvable entre el proceso de incubación del producto/servicio, su testeo, posterior presentación al mercado y comercialización.
¿Cómo reducir esa fricción? ¿Cómo ser más ágiles en la presentación de productos en mercados competitivos?
A partir de la experiencia en el terreno con muchos clientes, en Agile Plan hemos llegado a la conclusión de que es necesario:
En el imaginario empresarial español prevalece el time-to-market pero no siempre están creados todos los elementos que lo permiten.
Los dos elementos antes mencionados convierten el time-to-market (ese sueño irrealizado de muchos CEOs) en una práctica tangible y continua.
Coincidirás conmigo en que es otro reto emparejar la rapidez y la calidad; pero, en Agile Plan lo hemos conseguido. Y también advierto que la metodología time-to-market no es la mejor solución para todos las empresas y tipos de productos.
Tiene sentido hablar de time-to-market si vendes productos o servicios que tienen potencial para extender su ciclo de vida. Por otro lado, si se comercializa un producto que es relativamente fácil de imitar, el posicionamiento en el mercado como los primeros generará márgenes de beneficios más amplios y cierto control sobre la política de precios, tal es el caso de sectores como la telefonía móvil (Motorola marcó el terreno con el primer móvil, su Motorola Dyna TAC 8000X le dió un lugar en el mercado a la marca) o la automoción (Ford con la producción en cadena de coches de combustión interna marcó un antes y un después), etc.
Por otro lado, en sectores donde las necesidades y expectativas de los clientes cambian con rapidez -como es el caso de la moda textil- ser los primeros, o al menos dar lo esperado con anticipación es imprescindible. Y tenemos muy buenos ejemplos en España que son dignos de estudio como es el caso de Inditex. Cada dos semanas toda la ropa que hay en sus 7.000 tiendas es nueva y los procesos de producción de duran apenas tres semanas, desde que es solo una idea/concepto en diseño hasta que llega a la percha.
Es complejo mover una organización hacia un sistema de gestión ágil si antes no se han creado las bases en los procesos de la empresa, en la cultura corporativa, y se aprende a priorizar proyectos con una clara comprensión (y curiosidad) de las necesidades de los clientes.
Seguro piensas que la rapidez y el éxito no van de la mano. Es cierto, aunque con matices.
Y digo más: la rapidez es contextual.
La rapidez en cafeterías puede traducirse en una mueca de insatisfacción en los clientes cuando no disfrutan una bebida. Tenemos el caso de Starbucks que siempre están innovando con sus bebidas.
Sin embargo, la rapidez en el sector farmacéutico podría significar una generación mutilada, enferma o riesgos serios para la salud en miles de personas.
Cada sector es diferente y cada producto tiene sus particularidades y pautas para nacer, crecer y madurar. Otra opción y que vemos con cada vez más frecuencia en el sector tecnológico es desarrollar cambios incrementales generación tras generación de productos, como bien han sabido hacer en Amazon con el Kindle, por ejemplo que ya va por su versión 11 en apenas 9 años.
Lo que sí puedo afirmar, porque lo he comprobado en diversos proyectos, es que la rapidez -especialmente en el desarrollo de software y soluciones digitales- puede reducir costes hasta en un 65%.
Corre a cuenta de los CEOs el identificar cuándo y por qué ir de prisa, qué elementos sacrificar o potenciar y en qué casos es vital hacerlo.
Para ayudar a los CEOs en esta tarea, en Agile Plan hemos creado la Lanzadera.
En Agile Plan tenemos experiencia en la presentación de productos. Creamos la Lanzadera, una solución que agiliza la actualización del portfolio comercial, mediante la gestión de los procesos asociados a la fase de diseño de nuevos productos, su incorporación al portfolio comercial y su plan de lanzamiento.
Es una plataforma digital integrada por tres módulos.
La lanzadera disminuye el plazo de aprobación de un nuevo producto, de manera que la empresa puede anticiparse o reaccionar con rapidez a la competencia. También mejora el control de los procesos de presentación de un nuevo producto y facilita el trabajo en equipo, pues toda la información está centralizada en un sitio y accesible a los interesados que pueden estar en diferentes sitios físicos, distantes entre sí.
En la práctica, una ayuda a la preparación de campañas de lanzamiento donde intervienen múltiples actores (agencias de medios, publicidad, cartelería, consultoras de negocio…) . Además facilita a los CEOs o responsables de producto la detección de desviaciones en los plazos gracias a cuadros de mando con estadísticas de cómo avanzan las actividades.
En un mundo de una exacerbada volatilidad, es crucial contar con soluciones tecnológicas rápidas, adaptables y eficientes para sacar al mercado productos que respondan a los rasgos de los nuevos consumidores.
Me interesa saber tu criterio.
¿Cómo soluciona ahora mismo tu empresa los procesos de presentación o lanzamiento de productos?
Gracias de antemano por tus comentarios.
Director de Desarrollo de Negocio de AgilePlan. Más de 15 años de experiencia en consultoría IT. Entusiasta de las tecnologías y fiel defensor de la evolución de los negocios.
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