En los últimos años, los ciberataques se han vuelto más sofisticados, persistentes y dirigidos. Sin embargo, una de las tendencias más preocupantes es que muchas brechas de seguridad ya no se originan dentro de la empresa, sino en sus proveedores, socios o terceros conectados.
La cadena de suministro digital se ha convertido en un punto crítico para la ciberseguridad. Los atacantes saben que, en muchas organizaciones, los controles son más laxos en los proveedores que en la propia compañía, y aprovechan esa brecha para infiltrarse.
La nueva Directiva NIS2, que refuerza los requisitos de ciberseguridad en la Unión Europea, pone el foco precisamente en eso: la responsabilidad compartida y la obligación de garantizar que toda la cadena —no solo tu empresa— cumple con estándares adecuados de seguridad.
El riesgo está en tu cadena de suministro
Piensa en todos los proveedores con los que trabajas: servicios cloud, mantenimiento de software, gestión de datos, marketing, logística, o incluso limpieza y soporte técnico. Cada uno tiene acceso directo o indirecto a tus sistemas, datos o procesos.
Eso significa que una vulnerabilidad en cualquiera de ellos puede comprometer toda tu operación.
Algunos de los ciberataques más importantes de los últimos años —como los casos de SolarWinds o Kaseya— demostraron cómo los delincuentes pueden infiltrarse a través de un tercero aparentemente confiable y afectar a miles de empresas de manera simultánea.
Y aunque parezca algo que solo afecta a grandes corporaciones, lo cierto es que las pymes también son víctimas frecuentes. Las cadenas de suministro interconectadas hacen que cualquier eslabón débil ponga en riesgo al resto.
NIS2: nuevas obligaciones, nuevas responsabilidades
Con la Directiva NIS2, la Unión Europea amplía significativamente el alcance de las obligaciones en materia de ciberseguridad. Ahora, más sectores y más empresas —incluyendo medianas— deben implementar medidas para garantizar la seguridad de sus redes y sistemas, también en sus proveedores críticos.
La normativa exige que las organizaciones:
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Evalúen y gestionen los riesgos de ciberseguridad de todos los proveedores relevantes.
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Supervisen el cumplimiento de estándares mínimos de seguridad en sus socios tecnológicos.
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Integren la seguridad de la cadena de suministro en sus estrategias globales de ciberresiliencia.
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Documenten las acciones y auditorías realizadas para demostrar conformidad.
Esto supone un cambio de paradigma: ya no basta con proteger tus propios sistemas; debes demostrar que toda tu red de colaboradores lo hace también.
¿Por qué la cadena de suministro es tan vulnerable?
La respuesta está en la interdependencia tecnológica. Cuanto más externalizamos procesos o integramos herramientas de terceros, más puntos de entrada potenciales abrimos.
Algunas de las causas más comunes de vulnerabilidad son:
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Falta de control sobre los proveedores externos y su gestión de la seguridad.
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Ausencia de políticas de acceso y autenticación robustas.
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Errores en la configuración de servicios en la nube compartidos.
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Carencia de auditorías o evaluaciones de riesgo periódicas.
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Falta de visibilidad sobre los subcontratistas o partners de los proveedores.
En resumen, no puedes proteger lo que no conoces ni controlas.
Cómo evaluar la ciberseguridad de tus proveedores
La evaluación de proveedores debe convertirse en una práctica sistemática dentro de tu estrategia de continuidad y gestión de riesgos.
Algunos pasos clave son:
1. Identificar los proveedores críticos
Clasifica a tus proveedores según el impacto que tendría una brecha en su servicio sobre tus operaciones. No todos los proveedores requieren el mismo nivel de escrutinio, pero los que manejan información sensible o tienen acceso a tus sistemas deben ser prioridad.
2. Definir criterios de seguridad mínimos
Establece requisitos claros: políticas de acceso, cifrado de datos, gestión de vulnerabilidades, cumplimiento normativo, planes de respuesta a incidentes, etc.
3. Solicitar evidencias
Pide documentación que respalde las medidas que dicen implementar: certificaciones (ISO 27001, ENS, SOC 2…), informes de auditorías o resultados de pruebas de penetración.
4. Realizar auditorías periódicas
Las auditorías externas e independientes son una de las formas más efectivas de validar la seguridad de tu cadena de suministro y cumplir con la NIS2.
5. Automatizar la supervisión
Utiliza plataformas y herramientas de ciberinteligencia para monitorizar el comportamiento de proveedores y detectar riesgos emergentes de forma continua.
Del cumplimiento a la ciberresiliencia
Cumplir con la NIS2 no debería verse como una obligación burocrática, sino como una oportunidad de fortalecer la ciberresiliencia organizacional.
Al auditar y reforzar la seguridad de tus proveedores, no solo evitas sanciones o brechas, sino que ganas confianza, tanto interna como frente a tus clientes y socios.
Una cadena de suministro segura es, en realidad, una ventaja competitiva: las empresas que pueden demostrar madurez en ciberseguridad son las que más oportunidades obtienen en entornos B2B.
El papel del SOC y la automatización (SOAR) en la gestión del riesgo de terceros
Los Security Operations Centers (SOC) y las plataformas SOAR (Security Orchestration, Automation and Response) permiten a las organizaciones monitorizar y responder de forma centralizada y automatizada a incidentes que puedan afectar tanto a su infraestructura como a la de sus proveedores.
Estas tecnologías proporcionan visibilidad continua y respuestas inmediatas, reduciendo el tiempo de detección y mitigación. En un contexto donde los ataques pueden propagarse a través de terceros, contar con un SOC que supervise toda la cadena es esencial.
La auditoría de ciberseguridad como pieza clave
La auditoría externa se ha convertido en la herramienta más efectiva para cumplir con las exigencias regulatorias y fortalecer la confianza entre socios.
Una auditoría bien ejecutada no solo detecta brechas, sino que ofrece un mapa de riesgos y recomendaciones prácticas para mitigarlos.
Además, te ayuda a demostrar ante tus clientes y autoridades que estás cumpliendo con la NIS2 y otras normativas de seguridad, como el ENS o el RGPD, desde una postura proactiva.
Conclusión: la seguridad no termina en tu perímetro
Tu empresa puede tener las mejores defensas, pero si uno de tus proveedores falla, el riesgo sigue siendo tuyo. Por eso, la ciberseguridad en la cadena de suministro no es una opción, sino una responsabilidad compartida.
En Cibernos, somos expertos en ciberseguridad, auditorías y cumplimiento normativo. Ayudamos a las organizaciones a identificar, evaluar y mitigar los riesgos de su cadena de suministro, integrando las mejores prácticas de SOC y SOAR para garantizar la continuidad operativa y el cumplimiento de la Directiva NIS2.
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